G. ZANZA
MADRID.
El Ministerio de Sanidad está elaborando un informe previo a la presentación de un anteproyecto de ley sobre el consumo de bebidas alcohólicas. Esta nueva norma tiene como meta la reducción de la oferta de bebidas espirituosas que está al alcance de la mano de los jóvenes españoles.
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, siempre se ha referido a esta nueva norma como una «ley de mínimos», dirigida a menores de 18 años, «a los que en teoría está prohibido venderles alcohol, aunque el 30% se emborracha uno de cada diez días». Por ello, unificará la prohibición de venta a menores de 18 años, posición común en todas las autonomías, excepto Asturias y Castilla y León, y ampliará la regulación de la publicidad.
Pero la nueva ley tiene más objetivos, en los que es necesaria la colaboración y aprobación del Ministerio de Economía y Hacienda junto al de Industria y Comercio. El informe en el que se plasman sus líneas maestras será presentado a lo largo de este mes en el Consejo de Ministros.
El gabinete de Salgado está estudiando nuevas restricciones en los permisos de los locales que venden alcohol, sin que todavía haya tomado una decisión. Entre ellas podría figurar la exigencia de licencias especiales de actividad cuya competencia puede recaer en ayuntamientos y comunidades autónomas. El segundo y tercer nivel administrativo marcaría los requisitos que, de incumplirse, derivarían en fuertes sanciones o en la clausura del local.
Legalmente, cuando se quiere limitar la actividad de un establecimiento, caben fórmulas como denegar autorizaciones para su apertura en zonas próximas a lugares donde se prevean concentraciones de jóvenes, como colegios o zonas recreativas. También es factible impedir nuevas aperturas de comercios que vendan alcohol y prohibirlo en locales temporales, ferias y mercados ambulantes.
Unificar criterios
La norma nacerá con la vocación de unificar los criterios de autonomías y municipios. La Federación Española de Municipios y Provincias ha constituido un grupo de trabajo encabezado por la subdirectora general de Epidemiología y Promoción de la Salud del Ministerio. Sus 14 miembros están elaborando una ordenanza tipo que debería aprobarse en el primer trimestre de 2007. Su objetivo será evitar el «botellón», sumando la prohibición de venta a menores una nueva ordenanza municipal que prohibiría el consumo de alcohol en las calles.
La dispersión de las normativas municipales y autonómicas podría llevar al Ministerio de Sanidad a intentar pactar con las comunidades un nuevo marco legal. Algunas autonomías tienen prohibiciones de venta de alcohol por tipo de establecimientos (por ejemplo, imposibilidad de venta en panaderías o gasolineras), por grado de alcohol (excluyendo al vino y la cerveza) o por franjas horarias. Éste es el caso de Andalucía, que también ha sido estudiado por el gabinete de la ministra Salgado. A finales de año o a principios del próximo entrará en vigor la denominada «ley del botellón». La norma facultará a las policías locales andaluzas a intervenir en estas concentraciones de jóvenes y alcohol y clausurar provisionalmente establecimientos.
Con esta ley se impedirá a los comercios andaluces vender o entregar bebidas alcohólicas después de las diez de la noche. También tendrán prohibido servir bebidas fuera de sus locales y veladores. Los incumplimientos podrán ser sancionados con multas de 600 a 60.000 euros. La ley prevé la suspensión temporal de la licencia de actividad del local, su cierre temporal, fianza para su reapertura y la inhabilitación de un empresario reincidente en sus infracciones.
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